Un orgasmo para cada tipo de vulva

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No nos cansaremos de repetirlo, cada mujer es única y su anatomía también, pero si somos capaces de clasificar los penes como hicimos en un artículo anterior, también podemos crear categorías para nosotras y nuestras partes íntimas y de esta manera orientaros hacia las mejores posturas sexuales para aumentar nuestro placer.

 

Antes de empezar con las posturas, vamos a aclarar términos porque, queridos InsinuaT-lovers, es importante que tengáis las cosas claras y no confundirnos con los términos y conceptos: cuando nos referimos a vulva nos referimos al conjunto de los genitales femeninos: clítoris, labios vaginales, la vagina y su entrada y el orificio uretral. Todas estas partes forman la vulva y es importante distinguirlas y diferenciarlas si queremos conseguir la mejor postura para nosotras.

 

La “vulva perfecta”

 

Obviamente la vulva perfecta es la tuya, tenga la forma que tenga, no lo olvides. Sin embargo, en el imaginario colectivo, la más representada en fotos, cuadros u otras representaciones gráficas, la vulva perfecta es aquella en la que los labios mayores ocultan los menores (todo muy discreto) Este tipo de morfología también se conoce como el ojo cerrado por que si lo miras lateralmente se parece a un ojo con los párpados cerrados.

 

En realidad este tipo de vulva no es tan perfecta como podamos pensar porque el clítoris y la mayor parte de las zonas de placer femeninas quedan ocultas, y, como no nos cansaremos de decir, estimular el clítoris es clave para conseguir la excitación y el placer femenino.

 

Si tienes este tipo de anatomía, la estimulación deberá hacerse con mayor presión o movimientos circulares para alcanzar mejor las zonas erógenas. De igual modo, la postura sexual elegida debe posibilitar una penetración vaginal con estimulación simultánea del clítoris. Por eso en este caso te recomendamos la postura del perito o de la cucharita porque te permitirá la introducción del pene o un juguete en tu vagina mientras tienes libre acceso a tu clítoris (tú o tu pareja)

 

Labios carnosos

 

Tener los labios carnosos es algo que todas hemos querido alguna vez, en el caso de la vulva también es muy sexy y suele ser el tipo de vulva más común entre las mujeres, es muy similar a la vulva perfecta pero tiene más carne y los labios son más abultados o largos. 

 

Si son los labios mayores son los carnosos y ocultan tu zona erógena, la estimulación debe incluir movimientos circulares intensos de los labios hasta que estos dejen ver el punto de placer que ocultan.

 

Si por el contrario son los labios menores los carnosos y se asoman por debajo de los labios mayores, la estimulación no necesitará tanta intensidad ya que los labios menores serán más accesibles y por tanto se contagiaran antes de las oleadas de placer.

 

Las dos posturas mencionadas para el tipo de vulva perfecta pueden ser totalmente placenteras para este tipo de vulva pero también puedes probar con el misionero y con tus piernas sobre sus hombros, o encogidas (prueba la mejor posición para ti y tu pareja)  ya que conseguirás un mayor estimulo en tu zona erógena.

 

Capullito primaveral (el tulipán)

 

En este caso tanto los labios menores como los mayores se dejan ver, pero no completos, por lo que la estimulación deberá ser circular pero quizás no tan intensa como en “la vulva perfecta” ya que el clítoris estará más expuesto al placer.

 

Si te atreves, te recomendamos para esta fisionomía una postura algo gimnástica que seguro que te llevara al orgasmo más delicioso: 

 

Colócate sobre tu pareja y deja que te penetre (o que introduzca un juguete) haciendo la tijera, intercalando vuestras piernas e inclínate hacia atrás para que tu clítoris quede a su alcance para la estimulación manual.

 

 

Al descubierto o la verdadera vulva perfecta

 

Para que vamos a ocultar el nudo del placer, en este tipo de vulva el clítoris está totalmente al descubierto y plenamente accesible, y por eso la hemos llamado la “verdadera vulva perfecta”. Ojo no está plenamente al descubierto porque si no cualquier roce de la ropa nos excitaría pero sí que está más accesible que en todos los demás casos, por eso la estimulación suele ser más fácil. Nuestro consejo: si tu pareja tiene este tipo de vulva no dudes en alargar la estimulación previa, juega, acaricia, lame… hasta que notes que su excitación se acerca al clímax y entonces introduce el juguete o tu pene y continua con la estimulación clitoriana.

 

En este caso nuestra recomendación postural es el misionero o que la mujer se coloque encima ya que con el simple roce de los cuerpos se produce la excitación.

 

Explora, conócete y deja que te exploren, guiales y déjales descubrir (te) los caminos de tu vulva.

 

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