Cruz de San Andres para casa
¿Que es una Cruz de San Andrés?
Aunque se denomina Cruz su forma no es la de la Cruz de Jesús que la Biblia nos cuenta como crucificarón a Jesús, esta cruz se hacen en forma de aspa (X), generalmente con dos ángulos obtusos y otros ángulos agudos, representando el martirio del santo San Andres Apóstol, al cual amarron a dos madereas en forma de X durante 3 días los cuales aprovecho para instruir su religión.
¿Que usó y que juegos de BDSM podemos hacer con la Cruz de San Andrés?
Con este tipo de amarre el amo o ama, tiene el total control de su sumiso o sumisa, de todas las partes del cuerpo de su acompañante en el juego.
Recuerda que para este uso as de tener plena confianza con quien juegas y haber acordado unas palabras clave para entre ambos.
La cruz de San Andrés permite incorporar infinidad de elementos como máscaras de látex, spanking, mordazas, amarres, cadenas o cintas adhesivas, vendas para ojos, ceras, pinzas para pezones y demás objetos que harán del uso de esta cruz una experiencia inolvidable para amo y esclavo.
Imprescindible en cualquier Mazmorra
Esta Cruz BDSM se puede anclar a la pared. Es de fácil montaje, tiene argollas con cuatro esposas de cuero ajustables para muñecas y tobillos.
Contenido:
- 5 piezas de madera
- 4 esposas
- 2 tornillos para montaje
- 5 tornillos y tacos con tapones para fijar la cruz a la pared
Medidas:
Para juegos de bondage. Cruz de San Andrés de madera para practicar BDSM. Imprescindible en todas las mazmorras BDSM: una cruz de bondage! Esta cruz negra es grande y duradera, y puede hacer que cada fantasía sea una realidad. Sólo apta para los mas atrevidos en los juegos extremos. La cruz se puede fijar a cualquier pared y es fácil de ensamblar. Con esposas ajustables de cuero y correas para los tobillos.
Dentro del BDSM, seguramente la Cruz de San Andrés es el “mueble” más conocido. Su aparición en la escena BDSM se remonta prácticamente hasta sus inicios, siendo un elemento característico en todas las mazmorras desde esa época hasta nuestros días, donde sigue siendo un artículo casi imprescindible en el ámbito profesional.
Consiste en dos tablones de madera, encajados por el centro, tratados de manera adecuada para no soltar astillas (como es lógico) con anclajes en los cuatro extremos como mínimo, donde se podrán enganchar las extremidades del cuerpo. Las hay también con acolchamiento de cuero, decoraciones como tachuelas, grabados, etc, con numerosos anclajes y/o correas para inmovilizar todo el cuerpo. También pueden estar clavadas a la pared, en posición vertical, sobre un soporte, ligeramente inclinada hacia atrás o completamente sueltas, pudiéndose poner hasta en el suelo en horizontal.
Cuando inmovilizamos a alguien en una Cruz de San Andrés la postura resultante es la clásica del “aguila“.